La iglesia de los Santísimos Pietro y Paolo es moderna, pero detrás de sus vidrieras de colores se esconde el testimonio de una herida aún abierta y una urna romana de gran valor.
Moderna, pero con una larga historia
La iglesia de los Santísimos Pietro y Paolo es moderna, pero la historia que tiene que contar tiene sus raíces en los siglos. Fue construida en 1952 en el sitio de la antigua iglesia de la Santísima Trinidad, quizáas del periodo carolingio, destruida por la guerra a excepción del campanario. Sin embargo, toma su nombre de otra iglesia, que también cayó bajo las bombas: San Pietro, vinculada a una página triste en la historia de la ciudad.
La antigua iglesia de San Pietro surgía al lado del templo de Hércules, pero el bombardeo aliado del 31 de enero de 1944 la arrasó justo en las horas de la función, cosechando numerosas víctimas y dejando, también en este caso, solo el campanario. En su lugar, ahora está la plaza del templo de Hércules.
El interior
El interior, blanco y brillante, con los rayos que se filtran a través de las grandes vidrieras de colores, guarda una reliquia inesperada: una urna cineraria en forma de altar de mediados del siglo I d.C., decorada con cabezas de carnero, gorgonas y festones de flores y frutas. La urna, anteriormente guardada en la antigua iglesia de San Pietro, fue encontrada cerca del templo de Hércules. Es por eso que algunos pensaron que era el altar del templo.