Los frescos de la SS. Annunziata, un espléndido ejemplo de pintura del siglo XV, os envolverán en una atmósfera única.
Entraos y dejaos atrás el mundo moderno y la calle transitada. El oratorio de la Annunziata os transportará en el tiempo, hasta el siglo XV. En el interior está totalmente pintado al fresco con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, separadas por sutiles columnas corintias. A juzgar por los escudos de armas pintados, han seguido varias etapas de realización.
Las dos primeras fases
En la pared del fondo, la Anunciación y la Adoración de los Magos y de los pastores. En la bóveda, episodios del Antiguo Testamento. Estas escenas fueron pintadas por primera vez en los años de la construcción del oratorio. Incluso si se han repintado por completo, podéis ver las huellas de un estilo aún arcaico, de un maestro de Lazio de origen umbro con influencias bizantinas.
En la parte inferior están representados los Apóstoles, obra de un maestro gótico tardío de calibre superior.
El gran final
Finalmente, en las paredes laterales se representan las Heridas de Egipto, el Pasaje del Mar Rojo, la Puerta del Paraíso y las escenas de la pasión de Cristo en la parte inferior. En la pared de la entrada, el Juicio Final. Los autores del ciclo son Pietro Coleberti de Priverno y uno de sus colaboradores.
Los escudos de los que encargaron
Para la primera fase, lo que encargó fue el cardenal Pedro Fernández de Frías: no es un caso que junto a la Anunciación se encuentre su escudo. Para los Apóstoles, los muros laterales y el muro de entrada, lo que encargaron fueron el Municipio de Cori y los cardenales Alfonso Carrillo de Albornoz y Juan Cervantes de Lora, entre 1420 y mediados de siglo. Observad sus ecudos , respectivamente, un castillo dorado en un campo rojoy dos ciervos en un campo verde, encima de la ventana cerca del altar. En el centro, el escudo del reino de Castilla y León.
El misterio de los visitantes españoles
En la banda inferior todavía se pueden ver las firmas esgrafiadas por los muchos viajeros españoles que visitaron los frescos de la Santísima Annunziata en las siguientes décadas, pero aún hoy en sía por tanto interés solo hay suposiciones.