La iglesia de Santa Oliva en Cori es una y muchas al mismo tiempo: un templo pagano, una iglesia medieval que ha crecido con el tiempo, una capilla totalmente pintada al fresco. Un viaje a través de los siglos que no debe perderse.
El templo romano
Para quienes estaba dedicado el templo que originalmento se encontraba en la plaza, en la confluencia de las calles más importantes de Cori, sigue siendo un misterio. Durante mucho tiempo se pensó que era en honor a Janus, en base a una inscripción pegada en la fachada de la iglesia, pero la hipótesis es muy controvertida. Podría ser, en cambio, una divinidad femenina, dado el hallazgo de una mano quizás de una mujer perteneciente a una estatua de más de 4 metros de altura.
Todo lo que sabemos es que el edificio fue contruido entre los siglos III y I a.C.,tenía un pronaos frente a la celda con cuatro columnas frontales en estilo jónico o corintio, y tenía un tamaño imponente: unos 10 metros de ancho y 17 metros de largo, apoyaba en un podio de 2 metros de altura al que se accedíapor una escalera. Hoy en día quedan pocos restos, incluida una columna al lado del portal principal de la iglesia actual y una columna en el interior, justo a la izquierda de la entrada.
La iglesia de Santa Oliva y el campanario
En el siglo XII, el templo se incorporó a una iglesia con un campanario dedicado a Santa Oliva de Anagni, patrona de Cori. La iglesia tenía una singular entrada de doble arco, cerrada y remplazada por un portal a finales del siglo XV.
El campanario, que alterna capas de piedra caliza y toba, está decorado en la parte superior con tres cuencos policromados. Los que se exhiben son copias, mientras que los originalesse guardan en el Museo de la Ciudad y del Territorio. La parte terminal de la estructura data del siglo XVII.
El interior fue dividido en tres naves en el siglo XIII, y al final del siglo XV se agregaron dos filas de columnas centrales. Las pinturas, de diferentes épocas, representan en la bóveda el Cristo Pantocrátor rodeado por los Evangelistas y,an la pared, San Cristobál cruzando el río con el niño Jesús sobre sus hombros (principios del siglo XIV); en el altar de la pared del fondo, Santa Oliva entre Santa Mónica y San Agustín (últimos veinte años del siglo XV); a los lados San Vito y la Virgen (siglo XVII).
La capilla del Crucifijo o de San Agustín
Entre 1467 y 1480 se construyó la capilla del Crucifijo o de San Agustín junto a la iglesia. Sus ricas decoraciones representan: los Apóstoles en el ábside y la coronación de la Virgen entre ángeles y santos
(completada en 1507); en la bóveda de cañón, historia del Antiguo y Nuevo Testamento (1533-34), influenciadas por la Capilla Sixtina coeval; en la contrafachada, el Juicio Final. El coro de madera es del siglo XVII.
A la izquierda del ábside, están representados los que encargaron la capilla y el convento: Guillaume d’Estouteville (vestido rojo) y el general agustino Ambragio Massari, habitante de Cori, junto al papa Sixto IV.